El 5 de abril de 1933, el presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, firmó una controvertida orden ejecutiva: la Orden de Prohibición del Oro número 6102. Esta decisión provocó un gran impacto en la sociedad estadounidense de la época, y su influencia perdura hasta hoy.
La orden requiere que todos los ciudadanos estadounidenses entreguen a la Reserva Federal el 1 de mayo de 1933, todas las monedas de oro y otros productos de oro que posean y que tengan un valor superior a 100 dólares. A cambio, la Reserva Federal adquirió este oro a un precio de 20.67 dólares por onza. Esta medida tenía como objetivo hacer frente a la crisis económica de la época, pero también generó controversia sobre la propiedad privada.
La situación económica en ese momento era muy grave, hasta el punto de que algunas personas gritaban en las calles "¡La civilización occidental ha fracasado!". Durante períodos de recesión económica, la gente generalmente tiende a reducir riesgos y a pagar deudas. Muchos estadounidenses comenzaron a acumular oro para proteger su riqueza de la devaluación, lo que dificultó al gobierno obtener recursos de oro.
Es importante notar que el precio del oro en el momento de la adquisición era muy diferente al de hoy. Actualmente, el precio de mercado del oro ha superado los 2,400 dólares por onza, y esta enorme diferencia de precio muestra el gran potencial del oro como herramienta de preservación de valor.
Es interesante notar que podemos ver algún eco de la historia en el actual mercado de criptomonedas. El Bitcoin, como un activo digital emergente, es similar al oro en ciertos aspectos. Muchos inversores ven el Bitcoin como una herramienta para combatir la inflación y preservar el valor, lo cual coincide con la percepción que la gente tenía del oro en su momento.
Sin embargo, también debemos señalar que, aunque el bitcoin y el oro se consideran activos refugio, existen diferencias significativas en su naturaleza y características de riesgo. El bitcoin, como una moneda digital descentralizada, tiene una volatilidad de valor mucho mayor que el oro, y también enfrenta riesgos regulatorios y tecnológicos.
Al revisar la historia, podemos ver cómo las políticas económicas han influido profundamente en la sociedad y en los individuos. Desde la prohibición del oro en la era de Roosevelt hasta la actual fiebre de las criptomonedas, las herramientas y políticas financieras han estado en evolución, pero la necesidad esencial de las personas de preservar su riqueza ha permanecido constante. En este mundo de rápido cambio, necesitamos adoptar una actitud más abierta y cautelosa hacia las nuevas herramientas y políticas financieras que están surgiendo.
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CoffeeNFTs
· hace9h
¿Puede el gobierno confiscar el oro otra vez?
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ZeroRushCaptain
· hace13h
Hmph, la historia siempre se repite, tomar a la gente por tonta nunca se detiene.
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HypotheticalLiquidator
· hace14h
El efectivo es rey, la liquidación aún no ha llegado
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BearMarketGardener
· hace14h
La historia siempre se repite, o comprar solo BTC es lo más seguro.
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degenonymous
· hace14h
btc es el oro de la nueva era, el gobierno no puede controlarlo.
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MemeEchoer
· hace14h
Esta sandía está madura, un truco común del gobierno.
El 5 de abril de 1933, el presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, firmó una controvertida orden ejecutiva: la Orden de Prohibición del Oro número 6102. Esta decisión provocó un gran impacto en la sociedad estadounidense de la época, y su influencia perdura hasta hoy.
La orden requiere que todos los ciudadanos estadounidenses entreguen a la Reserva Federal el 1 de mayo de 1933, todas las monedas de oro y otros productos de oro que posean y que tengan un valor superior a 100 dólares. A cambio, la Reserva Federal adquirió este oro a un precio de 20.67 dólares por onza. Esta medida tenía como objetivo hacer frente a la crisis económica de la época, pero también generó controversia sobre la propiedad privada.
La situación económica en ese momento era muy grave, hasta el punto de que algunas personas gritaban en las calles "¡La civilización occidental ha fracasado!". Durante períodos de recesión económica, la gente generalmente tiende a reducir riesgos y a pagar deudas. Muchos estadounidenses comenzaron a acumular oro para proteger su riqueza de la devaluación, lo que dificultó al gobierno obtener recursos de oro.
Es importante notar que el precio del oro en el momento de la adquisición era muy diferente al de hoy. Actualmente, el precio de mercado del oro ha superado los 2,400 dólares por onza, y esta enorme diferencia de precio muestra el gran potencial del oro como herramienta de preservación de valor.
Es interesante notar que podemos ver algún eco de la historia en el actual mercado de criptomonedas. El Bitcoin, como un activo digital emergente, es similar al oro en ciertos aspectos. Muchos inversores ven el Bitcoin como una herramienta para combatir la inflación y preservar el valor, lo cual coincide con la percepción que la gente tenía del oro en su momento.
Sin embargo, también debemos señalar que, aunque el bitcoin y el oro se consideran activos refugio, existen diferencias significativas en su naturaleza y características de riesgo. El bitcoin, como una moneda digital descentralizada, tiene una volatilidad de valor mucho mayor que el oro, y también enfrenta riesgos regulatorios y tecnológicos.
Al revisar la historia, podemos ver cómo las políticas económicas han influido profundamente en la sociedad y en los individuos. Desde la prohibición del oro en la era de Roosevelt hasta la actual fiebre de las criptomonedas, las herramientas y políticas financieras han estado en evolución, pero la necesidad esencial de las personas de preservar su riqueza ha permanecido constante. En este mundo de rápido cambio, necesitamos adoptar una actitud más abierta y cautelosa hacia las nuevas herramientas y políticas financieras que están surgiendo.