La reciente aprobación de la "Ley de Genios" en Estados Unidos ha generado una amplia discusión en el sector financiero. Esta ley otorga a los bancos, instituciones no bancarias y cooperativas de crédito el derecho a emitir moneda estable, con el objetivo de fomentar la innovación financiera. Sin embargo, esta medida también ha suscitado preocupaciones sobre los riesgos potenciales.
Los críticos señalan que las monedas estables basadas en la tecnología blockchain pueden ser mal utilizadas para actividades ilegales, como el lavado de dinero y la evasión fiscal, debido a sus características de anonimato y flujo transfronterizo. Esta preocupación refleja el desafío de los reguladores para encontrar un equilibrio entre fomentar la innovación y prevenir riesgos.
La Asociación de Consumidores de Estados Unidos expresó su preocupación por la repetición de la historia. Ellos creen que permitir que las instituciones se autorregulen podría llevar a situaciones similares a la crisis financiera de 2008, especialmente considerando que los emisores de moneda estable podrían eludir las medidas de protección del sistema bancario tradicional.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, enfatizó la amenaza potencial que las monedas estables representan para la estabilidad financiera. Advirtió que si las grandes monedas estables se desacoplan de sus activos ancla, podrían provocar una fuerte volatilidad en el mercado de bonos gubernamentales, afectando así la estabilidad de todo el sistema financiero.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS) también ha expresado su preocupación por las monedas estables, señalando que carecen de apoyo de bancos centrales y que sus mecanismos contra el lavado de dinero no son lo suficientemente robustos. El BIS sugiere que las monedas estables deberían desempeñar un papel auxiliar en el futuro sistema financiero.
Esta discusión sobre monedas estables resalta la compleja relación entre la innovación financiera y la regulación. El desafío que enfrentan los organismos reguladores es cómo gestionar de manera efectiva los riesgos sistémicos que pueden surgir, al mismo tiempo que se fomenta la innovación. A medida que la tecnología de las monedas digitales sigue evolucionando, este tema seguirá siendo un foco de atención para el sector financiero y los formuladores de políticas.
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GasGuzzler
· 07-21 12:50
¿Eh? ¿Otra vez un retroceso?
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OptionWhisperer
· 07-21 12:49
Esta regulación realmente está matando cada vez más.
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MEVHunterWang
· 07-21 12:41
¡Estabilidad mi trasero! ¡El jefe solo quiere Ser engañados!
La reciente aprobación de la "Ley de Genios" en Estados Unidos ha generado una amplia discusión en el sector financiero. Esta ley otorga a los bancos, instituciones no bancarias y cooperativas de crédito el derecho a emitir moneda estable, con el objetivo de fomentar la innovación financiera. Sin embargo, esta medida también ha suscitado preocupaciones sobre los riesgos potenciales.
Los críticos señalan que las monedas estables basadas en la tecnología blockchain pueden ser mal utilizadas para actividades ilegales, como el lavado de dinero y la evasión fiscal, debido a sus características de anonimato y flujo transfronterizo. Esta preocupación refleja el desafío de los reguladores para encontrar un equilibrio entre fomentar la innovación y prevenir riesgos.
La Asociación de Consumidores de Estados Unidos expresó su preocupación por la repetición de la historia. Ellos creen que permitir que las instituciones se autorregulen podría llevar a situaciones similares a la crisis financiera de 2008, especialmente considerando que los emisores de moneda estable podrían eludir las medidas de protección del sistema bancario tradicional.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, enfatizó la amenaza potencial que las monedas estables representan para la estabilidad financiera. Advirtió que si las grandes monedas estables se desacoplan de sus activos ancla, podrían provocar una fuerte volatilidad en el mercado de bonos gubernamentales, afectando así la estabilidad de todo el sistema financiero.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS) también ha expresado su preocupación por las monedas estables, señalando que carecen de apoyo de bancos centrales y que sus mecanismos contra el lavado de dinero no son lo suficientemente robustos. El BIS sugiere que las monedas estables deberían desempeñar un papel auxiliar en el futuro sistema financiero.
Esta discusión sobre monedas estables resalta la compleja relación entre la innovación financiera y la regulación. El desafío que enfrentan los organismos reguladores es cómo gestionar de manera efectiva los riesgos sistémicos que pueden surgir, al mismo tiempo que se fomenta la innovación. A medida que la tecnología de las monedas digitales sigue evolucionando, este tema seguirá siendo un foco de atención para el sector financiero y los formuladores de políticas.