La expansión global de Web3: una transformación digital que involucra a 8 mil millones de personas
Los cambios significativos en la historia de la humanidad a menudo comienzan con innovaciones que parecen pequeñas. Desde la Edad de Piedra hasta la Edad de los Metales, cada avance tecnológico ha impulsado una gran transformación en los modos de producción. El ritmo de esta transformación se ha acelerado en tiempos modernos, desde la revolución agrícola hasta la revolución industrial y, hoy en día, la revolución digital; la apariencia de la sociedad humana ha cambiado drásticamente en solo unos pocos siglos.
A lo largo de este largo proceso de evolución, el desarrollo del sistema financiero ha desempeñado un papel clave. A principios del siglo XVII, la fundación de la Bolsa de Ámsterdam marcó el nacimiento de los mercados financieros modernos. Posteriormente, la creación de bancos centrales como el Banco de Inglaterra y la aparición de instituciones financieras como la Bolsa de Nueva York proporcionaron el apoyo de capital necesario para la Revolución Industrial. Estas innovaciones financieras allanaron el camino para el desarrollo tecnológico y la producción industrial a gran escala.
Hoy en día, estamos en otro período clave de la fusión entre tecnología y finanzas. La aparición de Bitcoin en 2009 creó una nueva categoría de activos: activos programables. Esta innovación se considera la quinta categoría de activos financieros después de las acciones, bonos, divisas y materias primas, y podría desencadenar una segunda revolución financiera.
Una de las características de la era digital es la programabilidad de las herramientas. Desde la aparición de la computadora de circuitos integrados en 1964, la humanidad ha entrado en la era digital. El desarrollo de la tecnología web ha pasado por una evolución desde Web0 hasta Web3, cada etapa ha traído nuevas posibilidades. Lo singular de Web3 es que otorga a los usuarios más soberanía sobre los datos a través de la tecnología blockchain.
Sin embargo, el desarrollo de nuevas tecnologías siempre viene acompañado de desafíos y controversias. Los productos financieros programables, como una innovación, también enfrentan obstáculos en cuanto a regulación y comprensión pública. La actitud de los gobiernos y las instituciones financieras tradicionales hacia estas tecnologías emergentes ha pasado de la sorpresa y la confusión a un aprendizaje y adaptación gradual; este proceso sigue en curso.
A pesar de ello, algunas empresas e instituciones de inversión visionarias han comenzado a posicionarse activamente en el campo de Web3. Según estadísticas, desde 2021, las principales instituciones de capital de riesgo han invertido más de 57 mil millones de dólares en proyectos de Web3. Los graduados de las mejores universidades del mundo también se están uniendo a este nuevo campo, creando numerosos proyectos innovadores.
A nivel global, la distribución de los proyectos Web3 presenta algunas características interesantes. Estados Unidos domina el ámbito de la infraestructura, mientras que la comunidad china sobresale en las finanzas centralizadas y descentralizadas. Por otro lado, los campos de NFT y juegos muestran un patrón más diverso.
Desde una perspectiva política, las actitudes de China y Estados Unidos son cruciales. Actualmente, la tendencia de las políticas en EE.UU. va de la flexibilización a la estricta, mientras que China muestra una tendencia de relajación gradual de las estrictas regulaciones. El reciente documento de consulta sobre el comercio de criptomonedas publicado en Hong Kong podría presagiar un cambio significativo en las políticas de China en el ámbito de Web3.
De todos modos, el impulso del desarrollo de Web3 ya es imparable. Actualmente, el número de usuarios de Web3 en todo el mundo ha alcanzado los 250 millones, y su rango de aplicaciones se está expandiendo desde el ámbito financiero hacia juegos, redes sociales, creación de contenido, atención médica, educación y muchos otros campos. Con la velocidad de desarrollo actual, se espera que el número de usuarios de Web3 alcance los 1,000 millones en 5 años y cubra el 60% de la población mundial en 10 años.
Esta revolución digital está cambiando nuestro mundo a una velocidad sin precedentes. En esta era de transformación, cada uno de nosotros necesita pensar en cómo adaptarse y aprovechar estas nuevas oportunidades. La humanidad se encuentra en el período de cambio tecnológico más drástico de la historia, y en el transcurso de una generación, la faz del mundo podría cambiar radicalmente. Ante un futuro así, cada uno de nosotros debe estar preparado para enfrentar esta nueva era llena de desafíos y oportunidades.
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ShadowStaker
· hace3h
teatro de descentralización en su máxima expresión... aunque es una buena dosis de esperanza
La expansión global de Web3: la revolución digital de 250 millones a 8 mil millones de usuarios
La expansión global de Web3: una transformación digital que involucra a 8 mil millones de personas
Los cambios significativos en la historia de la humanidad a menudo comienzan con innovaciones que parecen pequeñas. Desde la Edad de Piedra hasta la Edad de los Metales, cada avance tecnológico ha impulsado una gran transformación en los modos de producción. El ritmo de esta transformación se ha acelerado en tiempos modernos, desde la revolución agrícola hasta la revolución industrial y, hoy en día, la revolución digital; la apariencia de la sociedad humana ha cambiado drásticamente en solo unos pocos siglos.
A lo largo de este largo proceso de evolución, el desarrollo del sistema financiero ha desempeñado un papel clave. A principios del siglo XVII, la fundación de la Bolsa de Ámsterdam marcó el nacimiento de los mercados financieros modernos. Posteriormente, la creación de bancos centrales como el Banco de Inglaterra y la aparición de instituciones financieras como la Bolsa de Nueva York proporcionaron el apoyo de capital necesario para la Revolución Industrial. Estas innovaciones financieras allanaron el camino para el desarrollo tecnológico y la producción industrial a gran escala.
Hoy en día, estamos en otro período clave de la fusión entre tecnología y finanzas. La aparición de Bitcoin en 2009 creó una nueva categoría de activos: activos programables. Esta innovación se considera la quinta categoría de activos financieros después de las acciones, bonos, divisas y materias primas, y podría desencadenar una segunda revolución financiera.
Una de las características de la era digital es la programabilidad de las herramientas. Desde la aparición de la computadora de circuitos integrados en 1964, la humanidad ha entrado en la era digital. El desarrollo de la tecnología web ha pasado por una evolución desde Web0 hasta Web3, cada etapa ha traído nuevas posibilidades. Lo singular de Web3 es que otorga a los usuarios más soberanía sobre los datos a través de la tecnología blockchain.
Sin embargo, el desarrollo de nuevas tecnologías siempre viene acompañado de desafíos y controversias. Los productos financieros programables, como una innovación, también enfrentan obstáculos en cuanto a regulación y comprensión pública. La actitud de los gobiernos y las instituciones financieras tradicionales hacia estas tecnologías emergentes ha pasado de la sorpresa y la confusión a un aprendizaje y adaptación gradual; este proceso sigue en curso.
A pesar de ello, algunas empresas e instituciones de inversión visionarias han comenzado a posicionarse activamente en el campo de Web3. Según estadísticas, desde 2021, las principales instituciones de capital de riesgo han invertido más de 57 mil millones de dólares en proyectos de Web3. Los graduados de las mejores universidades del mundo también se están uniendo a este nuevo campo, creando numerosos proyectos innovadores.
A nivel global, la distribución de los proyectos Web3 presenta algunas características interesantes. Estados Unidos domina el ámbito de la infraestructura, mientras que la comunidad china sobresale en las finanzas centralizadas y descentralizadas. Por otro lado, los campos de NFT y juegos muestran un patrón más diverso.
Desde una perspectiva política, las actitudes de China y Estados Unidos son cruciales. Actualmente, la tendencia de las políticas en EE.UU. va de la flexibilización a la estricta, mientras que China muestra una tendencia de relajación gradual de las estrictas regulaciones. El reciente documento de consulta sobre el comercio de criptomonedas publicado en Hong Kong podría presagiar un cambio significativo en las políticas de China en el ámbito de Web3.
De todos modos, el impulso del desarrollo de Web3 ya es imparable. Actualmente, el número de usuarios de Web3 en todo el mundo ha alcanzado los 250 millones, y su rango de aplicaciones se está expandiendo desde el ámbito financiero hacia juegos, redes sociales, creación de contenido, atención médica, educación y muchos otros campos. Con la velocidad de desarrollo actual, se espera que el número de usuarios de Web3 alcance los 1,000 millones en 5 años y cubra el 60% de la población mundial en 10 años.
Esta revolución digital está cambiando nuestro mundo a una velocidad sin precedentes. En esta era de transformación, cada uno de nosotros necesita pensar en cómo adaptarse y aprovechar estas nuevas oportunidades. La humanidad se encuentra en el período de cambio tecnológico más drástico de la historia, y en el transcurso de una generación, la faz del mundo podría cambiar radicalmente. Ante un futuro así, cada uno de nosotros debe estar preparado para enfrentar esta nueva era llena de desafíos y oportunidades.