Se espera que los bancos centrales de EE. UU. y Reino Unido aumenten significativamente las tasas de interés esta semana, mientras que el mercado tiene diferencias sobre la dirección futura.

Recientemente, el mercado de bonos de Estados Unidos y Reino Unido ha experimentado un cambio, ya que los bonos estadounidenses han terminado una caída continua de 12 semanas, mientras que los bonos británicos han subido durante dos semanas consecutivas. El mercado espera en general que la Reserva Federal y el Banco Central del Reino Unido aumenten las tasas de interés en 75 puntos básicos cada uno en las reuniones de política monetaria de esta semana.

Aunque el aumento de tasas es el mismo, su significado para los bancos centrales de ambos países es muy diferente. Para la Reserva Federal, será el cuarto aumento significativo en consecutivo, lo que la coloca en un dilema entre el crecimiento económico y el control de la inflación. El mercado cree que la Reserva Federal es más propensa a evitar una recesión.

Y para el Banco Central del Reino Unido, un aumento de 75 puntos base sería el mayor ajuste en la tasa de interés desde 1989. Bajo la doble presión de una alta inflación y una recesión económica, el Banco Central del Reino Unido parece inclinarse más hacia priorizar el control de la inflación.

Algunos inversores creen que la política de ajuste del Banco Central podría haber impactado en la economía, y que en el futuro podría desacelerar el ritmo de aumentos de tasas. Esta opinión cuenta con el apoyo de algunos funcionarios del Banco Central. Sin embargo, los últimos datos muestran que la inflación en Estados Unidos sigue siendo alta, y el Banco Central todavía enfrenta enormes desafíos en la lucha contra la inflación.

El mercado tiene discrepancias sobre la magnitud de la subida de tipos de la Reserva Federal en diciembre. Algunos análisis sugieren que la Reserva Federal podría insinuar una desaceleración en el ritmo de aumento de tipos en los próximos meses, lo cual también se refleja en la gran caída reciente del rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años.

En comparación, la situación a la que se enfrenta el Banco Central del Reino Unido es más complicada. La tasa de inflación en el Reino Unido alcanzó el 10% en septiembre, marcando un máximo de 40 años. Al mismo tiempo, la sombra de una recesión económica ya se cierne sobre el Reino Unido. Los analistas prevén que la recesión económica en el Reino Unido podría durar hasta 2024.

Aunque el Reino Unido es uno de los principales bancos centrales que comenzó a aumentar las tasas de interés más temprano, el aumento ha sido menor que el de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. Tras la inestabilidad política y la crisis del mercado de deuda, el Banco Central del Reino Unido necesita tomar medidas más agresivas para enfrentar la inflación y reconstruir la credibilidad.

Con la estabilidad creciente en la política británica, el mercado de deuda del Reino Unido ha tenido un respiro recientemente. Sin embargo, a largo plazo, el Banco Central del Reino Unido aún enfrenta severos desafíos de política, buscando un equilibrio entre controlar la inflación y evitar una recesión económica.