Desafíos y estado actual de la regulación de activos digitales en la cadena de bloques
La influencia de los activos digitales de la cadena de bloques en los mercados financieros tradicionales está aumentando cada vez más, y su característica de descentralización presenta nuevos desafíos para los sistemas de regulación financiera de los países. Cómo ajustar el marco regulatorio financiero tradicional para adaptarse a las características de estos activos, al mismo tiempo que se controlan eficazmente los riesgos, se ha convertido en un tema importante al que se enfrentan las agencias reguladoras de todo el mundo.
Según las estadísticas de los organismos internacionales de regulación contra el lavado de dinero, en 130 jurisdicciones en todo el mundo, 88 permiten la provisión de servicios de activos virtuales, mientras que 20 prohíben expresamente. Esta diferencia en la actitud regulatoria refleja las diversas opiniones de los países sobre la Cadena de bloques y sus activos derivados.
Estados Unidos, como uno de los países que permite servicios de activos virtuales, ha adoptado un enfoque regulatorio único. Aunque no reconoce los activos virtuales como moneda de curso legal, implementa un modelo de regulación conjunta de múltiples departamentos. En este modelo, diferentes tipos de negocios pueden estar bajo la jurisdicción de diferentes agencias reguladoras.
Sin embargo, todavía hay controversia sobre la atribución de la autoridad reguladora para ciertos activos digitales, como Ethereum. El núcleo de la controversia radica en: ¿deberían considerarse estos activos como mercancías o como valores? Esta cuestión está directamente relacionada con qué organismo regulador es responsable de la supervisión.
Las autoridades reguladoras de EE. UU. han estado evaluando activamente la aplicabilidad de la normativa existente a los activos digitales. Entre ellos, la "prueba Howey" se ha convertido en una herramienta importante para determinar si un activo digital califica como "contrato de inversión". Si un activo digital cumple con los estándares de la prueba Howey, se considerará un valor y, por lo tanto, estará sujeto a una regulación más estricta.
Ethereum, como un caso típico, ha suscitado un amplio debate sobre si cumple con los estándares de la prueba Howey. Las cuestiones clave incluyen: ¿se involucra inversión de fondos? ¿Tienen los usuarios expectativas de ganancias? ¿Existen entidades de inversión conjunta? ¿Las ganancias dependen principalmente de los esfuerzos del promotor o de un tercero?
Si los activos digitales son considerados como valores, estarán bajo la jurisdicción de las entidades reguladoras de valores. Las violaciones de las regulaciones pertinentes pueden resultar en graves consecuencias legales, incluyendo demandas civiles y sanciones administrativas. Este enfoque regulatorio puede aumentar los costos de cumplimiento e impactar la participación en el mercado.
Por otro lado, si los activos digitales se consideran mercancías, estarán sujetos a la regulación de las agencias de futuros de mercancías. Esta clasificación podría beneficiar el desarrollo del mercado de derivados, pero puede no reflejar adecuadamente la singularidad de los activos digitales descentralizados.
Recientemente, la legislatura de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley destinado a proporcionar un marco claro para la regulación de activos digitales. Este proyecto de ley clasifica los activos digitales en dos categorías: "activos digitales restringidos" regulados por la agencia de valores y "productos digitales" regulados por la agencia de futuros de mercancías. La clasificación de los activos se basará en el grado de descentralización de la cadena de bloques subyacente, los métodos de adquisición y la relación con el emisor, entre otros factores.
La calificación regulatoria de los activos digitales tendrá un profundo impacto en el mercado. Si Ethereum se califica como un valor, podría enfrentar requisitos regulatorios más estrictos, aumentando los costos de cumplimiento y posiblemente reprimendo el sentimiento del mercado. Si se califica como una mercancía, podría fomentar el desarrollo del mercado de derivados, pero sería difícil reflejar sus propiedades únicas.
Además, las disputas de jurisdicción entre diferentes organismos reguladores pueden dar lugar a arbitrajes regulatorios, lo que hace que los participantes del mercado enfrenten un entorno regulatorio más complejo. A medida que la tecnología de la cadena de bloques y el mercado de activos digitales continúan desarrollándose, el marco regulatorio también debe evolucionar, buscando un equilibrio entre la protección de los intereses de los inversores y la promoción de la innovación.
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MidnightSnapHunter
· 07-07 05:19
La regulación en EE. UU. tiene trampas, ¡no saltes dentro!
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Fren_Not_Food
· 07-07 03:39
Este regulador no sabe hasta qué año del mono y del caballo estará supervisando.
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DAOdreamer
· 07-06 15:35
Estados Unidos esta trampa es demasiado cansada.
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ser_we_are_ngmi
· 07-04 06:56
Una vez más, la regulación no cuida bien del mercado y todos han prosperado.
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ProbablyNothing
· 07-04 06:53
Cada uno juega a lo suyo.
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CounterIndicator
· 07-04 06:42
Comer sandía es solo para ver el espectáculo
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CryptoCross-TalkClub
· 07-04 06:40
La regulación va y viene, los que más sufren son los tontos.
Dilemas de regulación de activos digitales: ¿valores o mercancías? Nuevas tendencias legislativas en EE. UU.
Desafíos y estado actual de la regulación de activos digitales en la cadena de bloques
La influencia de los activos digitales de la cadena de bloques en los mercados financieros tradicionales está aumentando cada vez más, y su característica de descentralización presenta nuevos desafíos para los sistemas de regulación financiera de los países. Cómo ajustar el marco regulatorio financiero tradicional para adaptarse a las características de estos activos, al mismo tiempo que se controlan eficazmente los riesgos, se ha convertido en un tema importante al que se enfrentan las agencias reguladoras de todo el mundo.
Según las estadísticas de los organismos internacionales de regulación contra el lavado de dinero, en 130 jurisdicciones en todo el mundo, 88 permiten la provisión de servicios de activos virtuales, mientras que 20 prohíben expresamente. Esta diferencia en la actitud regulatoria refleja las diversas opiniones de los países sobre la Cadena de bloques y sus activos derivados.
Estados Unidos, como uno de los países que permite servicios de activos virtuales, ha adoptado un enfoque regulatorio único. Aunque no reconoce los activos virtuales como moneda de curso legal, implementa un modelo de regulación conjunta de múltiples departamentos. En este modelo, diferentes tipos de negocios pueden estar bajo la jurisdicción de diferentes agencias reguladoras.
Sin embargo, todavía hay controversia sobre la atribución de la autoridad reguladora para ciertos activos digitales, como Ethereum. El núcleo de la controversia radica en: ¿deberían considerarse estos activos como mercancías o como valores? Esta cuestión está directamente relacionada con qué organismo regulador es responsable de la supervisión.
Las autoridades reguladoras de EE. UU. han estado evaluando activamente la aplicabilidad de la normativa existente a los activos digitales. Entre ellos, la "prueba Howey" se ha convertido en una herramienta importante para determinar si un activo digital califica como "contrato de inversión". Si un activo digital cumple con los estándares de la prueba Howey, se considerará un valor y, por lo tanto, estará sujeto a una regulación más estricta.
Ethereum, como un caso típico, ha suscitado un amplio debate sobre si cumple con los estándares de la prueba Howey. Las cuestiones clave incluyen: ¿se involucra inversión de fondos? ¿Tienen los usuarios expectativas de ganancias? ¿Existen entidades de inversión conjunta? ¿Las ganancias dependen principalmente de los esfuerzos del promotor o de un tercero?
Si los activos digitales son considerados como valores, estarán bajo la jurisdicción de las entidades reguladoras de valores. Las violaciones de las regulaciones pertinentes pueden resultar en graves consecuencias legales, incluyendo demandas civiles y sanciones administrativas. Este enfoque regulatorio puede aumentar los costos de cumplimiento e impactar la participación en el mercado.
Por otro lado, si los activos digitales se consideran mercancías, estarán sujetos a la regulación de las agencias de futuros de mercancías. Esta clasificación podría beneficiar el desarrollo del mercado de derivados, pero puede no reflejar adecuadamente la singularidad de los activos digitales descentralizados.
Recientemente, la legislatura de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley destinado a proporcionar un marco claro para la regulación de activos digitales. Este proyecto de ley clasifica los activos digitales en dos categorías: "activos digitales restringidos" regulados por la agencia de valores y "productos digitales" regulados por la agencia de futuros de mercancías. La clasificación de los activos se basará en el grado de descentralización de la cadena de bloques subyacente, los métodos de adquisición y la relación con el emisor, entre otros factores.
La calificación regulatoria de los activos digitales tendrá un profundo impacto en el mercado. Si Ethereum se califica como un valor, podría enfrentar requisitos regulatorios más estrictos, aumentando los costos de cumplimiento y posiblemente reprimendo el sentimiento del mercado. Si se califica como una mercancía, podría fomentar el desarrollo del mercado de derivados, pero sería difícil reflejar sus propiedades únicas.
Además, las disputas de jurisdicción entre diferentes organismos reguladores pueden dar lugar a arbitrajes regulatorios, lo que hace que los participantes del mercado enfrenten un entorno regulatorio más complejo. A medida que la tecnología de la cadena de bloques y el mercado de activos digitales continúan desarrollándose, el marco regulatorio también debe evolucionar, buscando un equilibrio entre la protección de los intereses de los inversores y la promoción de la innovación.