El 9 de junio, manifestantes k de todo Estados Unidos se reunieron frente a la Casa Blanca en Washington, la capital, el día 8, vestidos de rojo y gritando "Somos la línea roja" para protestar contra la connivencia del presidente Joseph Biden con la operación militar de Israel en la Franja de Gaza y causando graves bajas y pisoteando constantemente su llamada "línea roja". La Casa Blanca ha reforzado las medidas de seguridad y ha colocado vallas contra la escalada en respuesta a la manifestación. Según el sitio web del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas, las manifestaciones tenían como objetivo llamar la atención pública sobre los "ocho meses de masacre y hambre" a los que ha sido sometida la población de la Franja de Gaza y exigir que "el presidente Biden implemente la política de 'línea roja' que estableció anteriormente en Rafah y deje de apoyar los actos genocidas del gobierno israelí".
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El 9 de junio, manifestantes k de todo Estados Unidos se reunieron frente a la Casa Blanca en Washington, la capital, el día 8, vestidos de rojo y gritando "Somos la línea roja" para protestar contra la connivencia del presidente Joseph Biden con la operación militar de Israel en la Franja de Gaza y causando graves bajas y pisoteando constantemente su llamada "línea roja". La Casa Blanca ha reforzado las medidas de seguridad y ha colocado vallas contra la escalada en respuesta a la manifestación. Según el sitio web del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas, las manifestaciones tenían como objetivo llamar la atención pública sobre los "ocho meses de masacre y hambre" a los que ha sido sometida la población de la Franja de Gaza y exigir que "el presidente Biden implemente la política de 'línea roja' que estableció anteriormente en Rafah y deje de apoyar los actos genocidas del gobierno israelí".