El guardia de la embajada de Estados Unidos en Noruega ha sido acusado de realizar actividades de espionaje para Rusia e Irán, ¿se ha convertido el Bitcoin en una herramienta de pago?
La sombra de las actividades de espionaje internacional vuelve a oscurecer Europa. Las autoridades noruegas acusaron el martes a un exagente de seguridad de la embajada de Estados Unidos en Oslo, Mohamed Orahhou, de representar a Rusia e Irán en actividades de espionaje contra estos dos países. Los fiscales presentaron pruebas de un plan de espionaje conjunto, que consideran una amenaza para los intereses nacionales de Noruega. Lo más preocupante es que la acusación revela que el Sr. Orahhou recibió efectivo y Bitcoin como recompensa por sus actividades de espionaje, de las autoridades rusas e iraníes. Este caso no solo destaca la guerra de inteligencia en un contexto de tensiones geopolíticas, sino que también vuelve a poner la relación entre los Activos Cripto y actividades ilegales en el centro de atención.
La doble vida del exguardia de la embajada: filtrando información sensible
Según la acusación de la Agencia Nacional de Crimen Organizado y Otros Delitos Graves de Noruega, el noruego Muhammad Olahu, arrestado en noviembre pasado, recopiló y filtró información sensible sobre el personal de los servicios de inteligencia noruegos y de la embajada de EE. UU. entre marzo y noviembre del año pasado. Uno de los abogados defensores de Olahu, Inger Zadig (, declaró al New York Times que Olahu acepta los hechos en la acusación, pero cree que estas acciones no cumplen con los estándares de criminalidad establecidos por la ley de espionaje noruega.
Según la acusación, la información detallada que el Sr. Olajuwon proporcionó a Rusia e Irán incluye: una lista confidencial de agentes de inteligencia noruegos; nombres, direcciones y números de teléfono de diplomáticos, personal de embajadas y sus familias; así como un borrador del plan de evacuación de emergencia de la embajada.
La acusación afirma que la información recopilada por Olahu fue entregada a funcionarios de inteligencia de Irán y Rusia durante reuniones secretas en Serbia, Turquía y Noruega. Tras su arresto, Olahu confesó a los interrogadores que había recopilado esta información y la había compartido con un funcionario de la agencia de inteligencia rusa SVR, así como con funcionarios iraníes no identificados.
Bitcoin como recompensa para espías: la doble cara de los Activos Cripto
El método de compensación revelado en la acusación ha generado un amplio seguimiento: las autoridades rusas pagaron 10,000 euros a Olajuwon, mientras que los iraníes le dieron 0.17 monedas de Bitcoin, valoradas en aproximadamente 10,000 dólares. Esto destaca una vez más la aplicación de los activos cripto en actividades ilegales, ya que su anonimato y la facilidad de transferencias transfronterizas los convierten en una herramienta de pago preferida por ciertos delincuentes.
La acusación afirma que el Sr. Olahu tomó medidas para ocultar sus movimientos, como depositar parte del dinero recibido en cuentas bancarias de familiares y luego pedirles que le enviaran el dinero de vuelta. Esto muestra la alta importancia que se da a la opacidad en el flujo de fondos en las actividades de espionaje. La acusación no especifica cómo el Sr. Olahu se relacionó con funcionarios de inteligencia de Rusia o Irán.
Amenaza de espionaje cada vez más grave: la situación de seguridad en Europa se intensifica
El fiscal considera que las acciones de Olahu violan la ley de espionaje de Noruega, ya que la información filtrada perjudica "los intereses fundamentales del país", beneficiando a Irán y Rusia, y poniendo en riesgo al personal de la embajada.
Estas acusaciones se presentaron en un momento en que la preocupación por las actividades de espionaje de Rusia e Irán en toda Europa está en aumento. Según un estudio del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (International Institute for Strategic Studies), el número de actividades de sabotaje atribuidas a Rusia en Europa casi se cuadruplicó entre 2023 y 2024. Ken McCallum, director del MI5, el servicio de inteligencia interno del Reino Unido, declaró en octubre pasado que los servicios de seguridad británicos habían frustrado al menos 20 complots respaldados por Irán, que representaban una amenaza potencialmente mortal para los ciudadanos británicos. Este caso recuerda una vez más a los países que, en un complejo entorno geopolítico, los desafíos a la seguridad nacional son cada vez más graves.
Perspectivas sobre la defensa legal y el juicio: Controversia sobre la confidencialidad y el grado de daño
La señora Zadige defenderá al señor Olahu junto con John Christian Elden, y declaró que la posición de la defensa en el tribunal se centrará en cuestionar el grado de confidencialidad de la información filtrada y "si es posible que perjudique los intereses fundamentales del país"; según la ley de espionaje de Noruega, esta es la cuestión clave para la condena.
"Si no es así, entonces compartir esta información no constituye un delito," escribió la Sra. Zadig en un mensaje a The New York Times. "Nuestro cliente no tiene autorización de seguridad, no puede obtener información que potencialmente amenace los intereses nacionales importantes," agregó.
Se espera que su juicio comience el próximo mes. Si se confirman todos los cargos, el Sr. Olahu se enfrentará a una pena máxima de 21 años de prisión. El resultado de este juicio tendrá un impacto importante en las leyes de seguridad nacional de Noruega y en futuras condenas por actividades de espionaje.
El caso del guardia de la embajada de Estados Unidos en Noruega acusado de participar en actividades de espionaje para Rusia e Irán no solo revela la complejidad y la clandestinidad de la guerra de inteligencia internacional, sino que también vuelve a llevar a la atención pública la conexión entre la encriptación y las actividades ilegales. Este incidente nos recuerda que, en la era digital, la dualidad de los Activos Cripto se vuelve cada vez más evidente; es una herramienta de innovación financiera, pero también puede ser explotada por elementos criminales. Los gobiernos y las agencias de aplicación de la ley de todo el mundo, al abordar las amenazas de espionaje, también deben fortalecer la regulación en el ámbito de los Activos Cripto para frenar su uso con fines ilegales.
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El guardia de la embajada de Estados Unidos en Noruega ha sido acusado de realizar actividades de espionaje para Rusia e Irán, ¿se ha convertido el Bitcoin en una herramienta de pago?
La sombra de las actividades de espionaje internacional vuelve a oscurecer Europa. Las autoridades noruegas acusaron el martes a un exagente de seguridad de la embajada de Estados Unidos en Oslo, Mohamed Orahhou, de representar a Rusia e Irán en actividades de espionaje contra estos dos países. Los fiscales presentaron pruebas de un plan de espionaje conjunto, que consideran una amenaza para los intereses nacionales de Noruega. Lo más preocupante es que la acusación revela que el Sr. Orahhou recibió efectivo y Bitcoin como recompensa por sus actividades de espionaje, de las autoridades rusas e iraníes. Este caso no solo destaca la guerra de inteligencia en un contexto de tensiones geopolíticas, sino que también vuelve a poner la relación entre los Activos Cripto y actividades ilegales en el centro de atención.
La doble vida del exguardia de la embajada: filtrando información sensible
Según la acusación de la Agencia Nacional de Crimen Organizado y Otros Delitos Graves de Noruega, el noruego Muhammad Olahu, arrestado en noviembre pasado, recopiló y filtró información sensible sobre el personal de los servicios de inteligencia noruegos y de la embajada de EE. UU. entre marzo y noviembre del año pasado. Uno de los abogados defensores de Olahu, Inger Zadig (, declaró al New York Times que Olahu acepta los hechos en la acusación, pero cree que estas acciones no cumplen con los estándares de criminalidad establecidos por la ley de espionaje noruega.
Según la acusación, la información detallada que el Sr. Olajuwon proporcionó a Rusia e Irán incluye: una lista confidencial de agentes de inteligencia noruegos; nombres, direcciones y números de teléfono de diplomáticos, personal de embajadas y sus familias; así como un borrador del plan de evacuación de emergencia de la embajada.
La acusación afirma que la información recopilada por Olahu fue entregada a funcionarios de inteligencia de Irán y Rusia durante reuniones secretas en Serbia, Turquía y Noruega. Tras su arresto, Olahu confesó a los interrogadores que había recopilado esta información y la había compartido con un funcionario de la agencia de inteligencia rusa SVR, así como con funcionarios iraníes no identificados.
Bitcoin como recompensa para espías: la doble cara de los Activos Cripto
El método de compensación revelado en la acusación ha generado un amplio seguimiento: las autoridades rusas pagaron 10,000 euros a Olajuwon, mientras que los iraníes le dieron 0.17 monedas de Bitcoin, valoradas en aproximadamente 10,000 dólares. Esto destaca una vez más la aplicación de los activos cripto en actividades ilegales, ya que su anonimato y la facilidad de transferencias transfronterizas los convierten en una herramienta de pago preferida por ciertos delincuentes.
La acusación afirma que el Sr. Olahu tomó medidas para ocultar sus movimientos, como depositar parte del dinero recibido en cuentas bancarias de familiares y luego pedirles que le enviaran el dinero de vuelta. Esto muestra la alta importancia que se da a la opacidad en el flujo de fondos en las actividades de espionaje. La acusación no especifica cómo el Sr. Olahu se relacionó con funcionarios de inteligencia de Rusia o Irán.
Amenaza de espionaje cada vez más grave: la situación de seguridad en Europa se intensifica
El fiscal considera que las acciones de Olahu violan la ley de espionaje de Noruega, ya que la información filtrada perjudica "los intereses fundamentales del país", beneficiando a Irán y Rusia, y poniendo en riesgo al personal de la embajada.
Estas acusaciones se presentaron en un momento en que la preocupación por las actividades de espionaje de Rusia e Irán en toda Europa está en aumento. Según un estudio del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (International Institute for Strategic Studies), el número de actividades de sabotaje atribuidas a Rusia en Europa casi se cuadruplicó entre 2023 y 2024. Ken McCallum, director del MI5, el servicio de inteligencia interno del Reino Unido, declaró en octubre pasado que los servicios de seguridad británicos habían frustrado al menos 20 complots respaldados por Irán, que representaban una amenaza potencialmente mortal para los ciudadanos británicos. Este caso recuerda una vez más a los países que, en un complejo entorno geopolítico, los desafíos a la seguridad nacional son cada vez más graves.
Perspectivas sobre la defensa legal y el juicio: Controversia sobre la confidencialidad y el grado de daño
La señora Zadige defenderá al señor Olahu junto con John Christian Elden, y declaró que la posición de la defensa en el tribunal se centrará en cuestionar el grado de confidencialidad de la información filtrada y "si es posible que perjudique los intereses fundamentales del país"; según la ley de espionaje de Noruega, esta es la cuestión clave para la condena.
"Si no es así, entonces compartir esta información no constituye un delito," escribió la Sra. Zadig en un mensaje a The New York Times. "Nuestro cliente no tiene autorización de seguridad, no puede obtener información que potencialmente amenace los intereses nacionales importantes," agregó.
Se espera que su juicio comience el próximo mes. Si se confirman todos los cargos, el Sr. Olahu se enfrentará a una pena máxima de 21 años de prisión. El resultado de este juicio tendrá un impacto importante en las leyes de seguridad nacional de Noruega y en futuras condenas por actividades de espionaje.
El caso del guardia de la embajada de Estados Unidos en Noruega acusado de participar en actividades de espionaje para Rusia e Irán no solo revela la complejidad y la clandestinidad de la guerra de inteligencia internacional, sino que también vuelve a llevar a la atención pública la conexión entre la encriptación y las actividades ilegales. Este incidente nos recuerda que, en la era digital, la dualidad de los Activos Cripto se vuelve cada vez más evidente; es una herramienta de innovación financiera, pero también puede ser explotada por elementos criminales. Los gobiernos y las agencias de aplicación de la ley de todo el mundo, al abordar las amenazas de espionaje, también deben fortalecer la regulación en el ámbito de los Activos Cripto para frenar su uso con fines ilegales.