Ley CLARITY: importancia, aspectos clave y pasos a seguir

Intermedio7/23/2025, 10:02:38 AM
La Ley CLARITY ha sido aprobada oficialmente por la Cámara de Representantes de Estados Unidos, lo que supone la creación del primer marco regulatorio claro para el sector de las criptomonedas y pone fin a años de incertidumbre normativa. Esta ley tiene como fin delimitar las competencias de la SEC y la CFTC, regular el comercio en los mercados secundarios, salvaguardar los derechos de los consumidores y aportar seguridad jurídica tanto a las DeFi como a las stablecoins. De este modo, Estados Unidos se posiciona para liderar la competencia internacional por la infraestructura blockchain.

Recientemente, la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha impulsado un importante proyecto de ley sobre la estructura de los mercados, respaldado por una amplia mayoría bipartidista (294 votos a favor y 134 en contra, con el apoyo de 78 demócratas). Este proyecto, denominado Digital Asset Market Clarity Act o “CLARITY Act” (HR 3633), busca establecer un marco normativo claro y definido para los mercados de activos digitales. Ahora el texto pasa al Senado, que trabaja en su propia versión de la legislación, inspirándose en los principios de CLARITY.

De aprobarse, la ley dotará de reglas precisas a los sistemas blockchain, poniendo fin a años de inseguridad normativa que han ralentizado la innovación, expuesto a los consumidores a riesgos y dado ventaja a quienes han optado por la opacidad en vez de la transparencia. Como ocurrió con la Securities Act de 1933, que sentó las bases de la protección del inversor y de la formación de capital en EE. UU. durante un siglo, la CLARITY Act está llamada a convertirse en una ley decisiva para una nueva generación.

Cuando el marco jurídico incentiva tanto la innovación como la protección al consumidor, el liderazgo de EE. UU. se refuerza y el beneficio se extiende a escala global. CLARITY representa precisamente esa oportunidad. Si bien se apoya en el impulso bipartidista generado con la ley FIT21 del año pasado, CLARITY incorpora mejoras sustanciales que desarrollamos a continuación: aborda lo esencial para los promotores del sector, explicando por qué esta ley es clave para alinear innovación, protección y seguridad nacional.

La reciente firma de la GENIUS Act (explicada más adelante) hace aún más urgente la aprobación de una ley integral sobre la estructura de los mercados.

Por qué resulta relevante: la perspectiva general

A pesar de que el sector cripto lleva más de diez años en activo, Estados Unidos sigue sin un marco regulatorio exhaustivo. Pero las criptomonedas ya no son un fenómeno exclusivo de expertos tecnológicos: hoy funcionan como infraestructura. Los sistemas blockchain son la base de servicios de pagos (incluidos los stablecoins), de la nube, de mercados digitales y mucho más.

Sin embargo, el desarrollo de estos protocolos y aplicaciones sigue produciéndose en ausencia de reglas claras. ¿Las consecuencias? Los emprendedores legítimos se ven sometidos a vaivenes regulatorios, mientras los especuladores se aprovechan de la ambigüedad legal. La aprobación de CLARITY revertiría esta dinámica.

Al ofrecer a los proyectos una vía transparente para cumplir la normativa, y al dotar a los reguladores de mejores herramientas para vigilar riesgos reales, CLARITY (en combinación con la nueva ley de stablecoins, la GENIUS Act) sacaría a la industria cripto de la opacidad e integraría sus mercados en la economía regulada. Esta legislación crea un marco para la innovación responsable, de manera similar a las leyes que, durante el siglo XX, propiciaron el crecimiento de los mercados públicos y la protección efectiva al consumidor.

Además de establecer una senda clara para el cumplimiento normativo, esta ley estipula reglas transparentes que otorgan seguridad jurídica a los emprendedores, permitiéndoles innovar y operar localmente con garantías. Esto aliviaría la presión que actualmente empuja a muchos promotores legítimos a lanzar proyectos desde el extranjero —o a emplear estructuras ineficaces y opacas para escapar de la regulación—.

Una mayor certeza legal abriría la puerta a la próxima generación de infraestructuras descentralizadas, productos financieros e iniciativas propiedad de los propios usuarios, desarrolladas íntegramente en EE. UU. Además, garantizar que la evolución tecnológica blockchain tenga lugar en el país contribuirá a proteger la infraestructura digital y financiera mundial frente a la dependencia de sistemas desarrollados y controlados, por ejemplo, en China, al tiempo que permitirá que los estándares regulatorios estadounidenses rijan infraestructuras críticas que ya emplea un amplio espectro de usuarios, más allá del sector cripto hoy en día.

¿Qué aportaría esta nueva legislación?

Establecer un itinerario regulatorio definido para los “commodities digitales”

La CLARITY Act establece un marco legal para los activos digitales —denominados “commodities digitales”— que confieren derechos de propiedad a sus usuarios dentro de sistemas blockchain.

El marco de madurez basado en el control previsto por la ley permite a los proyectos lanzar commodities digitales y acceder a los mercados públicos sin obstáculos regulatorios o incertidumbres innecesarias.

Garantizar la supervisión de intermediarios basados en blockchain

La ley obliga a los actores centralizados del ámbito cripto —como exchanges, brokers y dealers— a estar sometidos a una supervisión estricta. Tales intermediarios deberán:

  • registrarse ante la CFTC; y
  • cumplir los estándares de cumplimiento propios de las entidades financieras tradicionales.

Estas obligaciones refuerzan la transparencia de la infraestructura de mercado, contribuyen a prevenir el fraude y los abusos, y refuerzan la confianza del consumidor. Además, cierran la brecha regulatoria que permitió —como en el caso de FTX— que operadores actuasen sin control en el mercado estadounidense.

Proteger al consumidor con salvaguardias sólidas y promover la innovación

La CLARITY Act incorpora medidas directas de protección al consumidor, como:

  • la obligación de divulgación pública para los emisores de commodities digitales, asegurando que los inversores minoristas cuenten siempre con la información básica y relevante; y
  • límites al uso de información privilegiada, evitando que los primeros inversores puedan sacar provecho de asimetrías informativas en perjuicio de los usuarios.

Estas medidas también favorecen la innovación, ya que ofrecen un marco predecible para que los emprendedores desarrollen sistemas blockchain descentralizados.

¿Qué agencia supervisaría la regulación?

La CLARITY Act prevé una transición clara y ordenada para que los activos digitales pasen de la competencia de la Securities and Exchange Commission (SEC) a la de la Commodity Futures Trading Commission (CFTC).

Veamos cómo la legislación vigente y la CLARITY Act —si se aprueba— abordan las características específicas de los sistemas blockchain:

Los itinerarios indicados se basan en un marco de análisis de riesgos minuciosamente calibrado y basado en el control; lo explicamos más adelante.

¿En qué consiste un marco de madurez “basado en el control” para sistemas blockchain?

A diferencia de la prueba de descentralización “basada en esfuerzos” impulsada por la SEC en 2019 —que dio lugar a una definición difusa y potencialmente arbitraria de descentralización— el marco de madurez de CLARITY utiliza criterios objetivos, mensurables y fácilmente verificables.

Estos criterios se centran en quién ejerce el control real sobre el sistema blockchain y su commodity digital. Este planteamiento se alinea con otros regímenes regulatorios (como la transmisión de dinero) y elimina los incentivos perversos que llevan a los desarrolladores a abandonar sus proyectos para evitar la percepción de centralización. Sobre todo, facilita que los desarrolladores legítimos prosperen y sigan construyendo —frente a la alternativa de abandonar sus iniciativas—, y complica que los actores malintencionados se aprovechen de la ambigüedad legal, recurriendo por ejemplo a “simulacros de descentralización” en vez de descentralización genuina.

En concreto, el marco de la ley fomenta la descentralización y protege al consumidor mediante:

  • una mayor supervisión y exigencias regulatorias estrictas en las etapas iniciales —cuando existe control centralizado y los riesgos asociados a los activos se asemejan a los de los valores—; y
  • una reducción progresiva de la carga regulatoria al avanzar en la madurez del proyecto —cuando el control centralizado desaparece y los riesgos se asemejan a los de los commodities—.

Como ya contemplaban iniciativas legislativas anteriores para codificar la transición de lo centralizado a lo descentralizado (ver comparación con FIT21 más abajo), las obligaciones regulatorias para los proyectos según su “madurez” incluyen:

  • obligaciones de información, que incrementan la transparencia; y
  • restricciones a las ventas de insiders, protegiendo a los usuarios frente a quienes, estando dentro del proyecto, disponen de información que el resto desconoce.

Pero a diferencia de FIT21, CLARITY define siete criterios objetivos y mensurables para determinar cuándo un sistema blockchain deja de estar bajo el control de una persona o grupo (como una fundación), y su activo digital deja de suponer riesgos comparables a los de un valor. Este enfoque se centra en la eliminación efectiva del control y permite proteger a los inversores minoristas sin limitar el potencial disruptivo del blockchain. Y al utilizar métricas objetivas (en vez de criterios ambiguos), el marco de CLARITY resulta más sencillo tanto para reguladores como para desarrolladores.

En resumen, este nuevo entorno supone un avance significativo respecto al marco legal vigente, ya que las leyes de valores no están diseñadas para activos —como los blockchain— cuyo perfil de riesgo puede evolucionar de asemejarse a un valor a comportarse como un commodity.

Este nuevo planteamiento cuenta, además, con respaldo industrial amplio.

¿Qué consecuencias tiene en sectores concretos como DeFi?

La CLARITY Act introduce importantes garantías para el ecosistema de finanzas descentralizadas (DeFi). En particular, la ley:

  • exime a los protocolos y aplicaciones DeFi de los requisitos regulatorios que se establecen para los intermediarios (como exchanges y brokers) en las transacciones de commodities digitales; y
  • fija los estándares para DeFi: solo serán elegibles los sistemas que no actúen como intermediarios, asegurando que no se reproduzcan los mismos riesgos que la regulación pretende evitar.

Asimismo, la ley proporcionará a los proyectos DeFi la seguridad jurídica necesaria para:

  • lanzar y comercializar sus propios tokens —procesos anteriormente arriesgados y poco definidos—;
  • adoptar la gobernanza descentralizada, sin temor a ser clasificados como centralizados; y
  • ofrecer autocustodia, que pasa a reconocerse expresamente como un “derecho de autocustodia”.

CLARITY, en definitiva, establece un nivel de competencia igualitario para todos los proyectos DeFi, facilitando a la vez la integración de las ventajas de las finanzas descentralizadas en el sistema financiero más amplio y desplegando su potencial para el conjunto de los consumidores.

No obstante, la CLARITY Act no es perfecta. Al centrarse exclusivamente en los commodities digitales, deja fuera otros activos regulados como los valores y los derivados tokenizados. Además, aunque CLARITY exime a los sistemas DeFi de las normas federales sobre intermediarios, no prevalece sobre la regulación estatal, por lo que la industria DeFi sigue expuesta a normativas incoherentes o excesivas a nivel estatal. Estas deficiencias deberían abordarse en el Senado, en futuras leyes o a través de directrices regulatorias coordinadas (por ejemplo, mediante normas conjuntas SEC-CFTC).

¿Es la CLARITY Act un avance respecto a la situación actual?

Sí; la CLARITY Act supone una mejora respecto al modelo vigente porque:

…la industria carece actualmente de supervisión efectiva. Aunque algunos defiendan la ausencia total de regulación, la falta de claridad solo beneficia a especuladores y oportunistas, que explotan la incertidumbre en perjuicio del consumidor (además de permitir excesos regulatorios sin control). FTX encarna este problema, con efectos nocivos tanto para el sector como para miles de usuarios. Si no actuamos ahora, abrimos la puerta a que surjan nuevos escándalos.

…la industria padece falta de transparencia. Sin estándares de divulgación y requisitos claros de cotización, los consumidores están expuestos a fraudes y estafas. Esta opacidad ha conducido a una cultura de “casino” (en contraposición a la innovación), alimentando la proliferación de productos puramente especulativos como los memecoins.

…la industria está desprotegida. La falta de límites claros a la autoridad de las distintas agencias federales deja a los proyectos blockchain —en especial a los DeFi— expuestos a la sobrerregulación y la inseguridad jurídica, como se ha visto en administraciones pasadas.

…faltan estándares técnicos. En ausencia de normas claras sobre descentralización y control, los usuarios se exponen a riesgos ocultos en su interacción con sistemas blockchain. Pueden creer, por ejemplo, que sus activos —incluso los stablecoins— están seguros, pero si el sistema lo controla una sola entidad (que podría inhabilitarlo unilateralmente), la realidad es otra. Todos los sectores, al madurar, necesitan estándares sólidos.

¿Cómo mejora CLARITY Act respecto a precedentes como la Financial Innovation and Technology for the 21st Century Act (FIT21)? CLARITY incorpora lecciones de FIT21 y perfecciona su planteamiento:

  1. Aumenta la transparencia, cerrando los vacíos normativos que permitían a proyectos legacy eludir las obligaciones de divulgación. CLARITY establece un marco específico para exigir transparencia a este tipo de proyectos aún activos.
  2. Refuerza la protección del consumidor, dificultando que las personas con información privilegiada aprovechen las asimetrías informativas. Por ejemplo, impone fuertes restricciones a la venta por parte de las personas con información privilegiada antes de que el proyecto alcance su madurez (es decir, mientras siguen teniendo el control).
  3. Ofrece un test de descentralización más riguroso y objetivo, basado en el control, superando el enfoque ambiguo de FIT21. Esto se traduce en la fijación de siete criterios mensurables para determinar la madurez de cada sistema blockchain.
  4. Mejora la supervisión y dota de mayor flexibilidad a los reguladores, permitiendo que el marco evolucione y escale a medida que madura el sector.

¿Cómo se relaciona la CLARITY Act con la reciente GENIUS Act?

La nueva “Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins” (GENIUS) Act constituye un hito fundamental en la modernización del sistema financiero. La Cámara ha aprobado esta ley con una amplia mayoría bipartidista (308 votos a favor, 122 en contra, con el respaldo de 102 demócratas). Pero esta nueva regulación sobre stablecoins intensifica la necesidad de una ley de estructura de mercado como CLARITY.

¿Por qué? Porque la GENIUS Act acelerará la implantación de stablecoins y, en consecuencia, la migración de más operaciones financieras hacia blockchains, incrementando la dependencia de estas infraestructuras para pagos y operaciones a gran escala. De hecho, los principales proveedores de pagos, bancos tradicionales, redes de pago consolidadas y muchos otros están adoptando progresivamente los stablecoins.

No obstante, la nueva ley sobre stablecoins no regula la infraestructura blockchain subyacente: no exige que estas infraestructuras sean seguras, descentralizadas ni gobernadas de forma transparente. Esta carencia abre la puerta a nuevos riesgos sistémicos para consumidores y la economía global.

Por tanto, con GENIUS ya vigente, la necesidad de CLARITY es aún más prioritaria.

CLARITY aporta los estándares y la supervisión necesarios para asegurar que la infraestructura para stablecoins —blockchains, protocolos, herramientas— reúnan los máximos requisitos de seguridad, transparencia y control. Además, los criterios objetivos y mensurables para definir la madurez de un sistema blockchain ayudan a los empresarios a cumplir estos estándares.

Sin esta protección complementaria —GENIUS y CLARITY Act— la adopción de stablecoins podría propiciar el uso de infraestructuras opacas, no reguladas o incluso adversas. La aprobación de CLARITY garantiza que los stablecoins operen sobre redes seguras, reforzando la protección a consumidores, reduciendo riesgos financieros y fortaleciendo el liderazgo internacional del dólar de cara a la próxima generación de sistemas financieros.

¿Qué pasos quedan?

Una vez superada la Cámara de Representantes, la CLARITY Act será remitida al Senado. Allí, los Comités de Banca y Agricultura podrán gestionarla, introducir enmiendas y, finalmente, someterla al Pleno para su votación.

Lo más probable, sin embargo, es que un grupo bipartidista de senadores proponga una versión propia de la ley sobre estructura de mercado cripto, previsiblemente muy similar a CLARITY. A partir de ahí, los Comités pertinentes examinarán la propuesta y, si la aprueban, la llevarán a votación al Pleno.

Si ambas cámaras concluyen sus procesos y aprueban sus textos, será necesario reconciliar las diferencias, bien mediante negociaciones informales, bien a través de una comisión mixta, para después someter el texto final a votación en ambas cámaras.

¿Cuándo podría suceder esto? Los principales líderes parlamentarios se han fijado el objetivo de que el proyecto llegue a la mesa del presidente antes de que termine septiembre.

¿Qué puede hacer usted?

Con 216 apoyos republicanos y 78 demócratas, CLARITY consolida el avance bipartidista generado por FIT21 (que superó la Cámara con 71 votos demócratas). La ley perfecciona FIT21 en todos los ámbitos: refuerza la protección al consumidor, establece estándares de descentralización más claros y mejora la alineación con los modelos regulatorios existentes.

Aprobar CLARITY garantizará el liderazgo de EE. UU. en la infraestructura blockchain global, en beneficio tanto de los desarrolladores como de los usuarios. Como propuesta bipartidista seria y cuidadosamente sopesada para crear un marco regulatorio funcional para el sector cripto en EE. UU., CLARITY equilibra innovación y control regulatorio. Da al Congreso la oportunidad de proteger a los consumidores y, simultáneamente, de respaldar la infraestructura fundamental de la economía digital, fomentando el empleo y la innovación tecnológica en el próximo gran avance de la informática, comparable en trascendencia a la llegada del PC, la nube o la computación móvil.

Estamos ante un momento decisivo. Si quiere contribuir, contacte directamente con su senador o hágalo a través de Stand with Crypto para pedirle que respalde la CLARITY Act. No se trata solo de la industria cripto; es una cuestión de garantizar que el internet del futuro sea democrático, abierto y seguro para todos los ciudadanos.

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